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Batzarre considera inaceptable el homenaje a militantes de ETA condenados por asesinato

A pesar de que finalmente no se produjo el homenaje a Joxemiel Gaztelu en Elizondo, Batzarre solicita a la Dirección de Paz,  Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra que trabaje para evitar este tipo de actos en el futuro. 

 

Batzarre considera que los homenajes a militantes de ETA condenados por asesinato son inaceptables política y éticamente. Poner en valor la trayectoria de alguien que decidió acabar con la vida de otra persona, ensalzar la estrategia que hizo posible esa barbaridad humana, aplaudir esa experiencia violenta o banalizar con el dolor que causó, supone actuar con una insensibilidad enorme. 

 

“Sólo desde el respeto a la paz, la deslegitimación social y política de la violencia y el respeto a las víctimas de ETA podremos avanzar”, ha declarado  Batzarre. 

En este sentido, el partido de izquierdas ha subrayado que “en los últimos años nos hemos dejado la piel a favor de los derechos de las víctimas del 36, y lo hemos hecho en base a tres ideas: eliminación de los símbolos y homenajes a los franquistas, reconocimiento público a las víctimas y justicia. Precisamente estas son ideas que hoy siguen siendo válidas para el cierre de heridas tras décadas de terrorismo de ETA. 

“Tenemos el deber de construir un futuro en el que nadie se sienta legitimado para asesinar a otra persona con el objetivo de imponer su ideario. Tenemos que ser capaces de construir una sociedad en la que nadie se sienta orgulloso de una persona que generó tanto dolor como lo hizo Joxemiel Gaztelu” ha afirmado Batzarre. 

 

Para el partido de izquierdas “tras tantos años de violencia quedan muchas cosas por reconstruir, y la cultura del odio que todavía existe es una de ellas”. Es inaceptable, se señala desde esta formación política, esta afrenta hacia las víctimas, porque ahonda en la crueldad de su asesinato, las vuelve a victimizar, porque las desprecia. Simplemente plantear un homenaje público a un victimario es ya algo que nos debería avergonzar, por eso pedimos que a Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, de Gobierno de Navarra, trabaje para que este tipo de actos no tengan cabida en el futuro”. 

“El reto que tenemos por delante es enorme, pide sensibilidad y convencimiento ético, y eso pasa por dejar de creer que la violencia de ETA fue inevitable, o que tuvo algún tipo de justificación, o que fue consecuencia de algo. La decisión de matar fue una decisión autónoma y no condicionada -hay que tener en cuenta que el 94% de las víctimas de ETA se produjeron en democracia, y que en muchos lugares del mundo hay conflictos políticos pero no en todos ellos la secuencia inevitable es matar al otro-. 

 

Por lo tanto, ETA no sólo fue un error, ni un fallo estratégico, fue ante todo un horror que asesinó a 840 personas, obligó a miles de personas a llevar escolta, hizo que miles de personas sintieran miedo y otras tantas tuvieran que pagar el impuesto revolucionario, por eso no volveremos a aceptar que se manipule el relato sobre lo que sucedió en esta tierra” ha concluido Batzarre.