Gobierno de Navarra

GOBIERNO DE NAVARRA

  • Navarra se coloca en parámetros similares a los del Estado, aunque haciendo su particular recorrido. A la vista de los resultados electorales del 26 de Mayo de 2019 y con la voluntad de impedir que de nuevo Navarra Suma gobernase en Navarra, se iniciaron los contactos y negociaciones entre PSN, Geroa-Bai, Podemos e Izquierda Ezkerra, que culminaron exitosamente con la consecución del Acuerdo Programático que posibilitó la investidura de María Chivite como Presidenta con la abstención de EHBildu». El Consejo Político de Batzarre celebrado el 29 de julio de 2019 ratificó este acuerdo mostrando públicamente nuestra disposición a colaborar activamente con el Gobierno, tal y como lo habíamos hecho en la Legislatura saliente. Igualmente, y como también hicimos durante la anterior Legislatura, aceptamos la responsabilidad de la Jefatura del Gabinete del Departamento de Derechos Sociales, con el objetivo de aportar desde la modestia de nuestros recursos el trabajo que pudiera ser útil para fortalecer la andadura del nuevo Gobierno.
  • Pese a algunas deficiencias constatadas, hacemos un balance positivo de este primer tramo de Legislatura. No compartimos algunas de las políticas de grandes infraestructuras como el TAV ni algunos aspectos de la política fiscal y discrepamos en cuestiones como el tratamiento de los símbolos, pero entendemos que se está haciendo un esfuerzo por sostener y en algunos casos ampliar las inversiones sociales y pese a las diferencias, se busca un consenso en el uso del euskera. Son luces y sombras que hasta el momento no han debilitado nuestra voluntad de impulsar esta confluencia plural de fuerzas que conforman el Gobierno progresista en Navarra.
  • La aprobación de los primeros presupuestos con el apoyo exterior de EHBildu indican que el proyecto se va consolidando y ofrece cada vez más garantías para alcanzar el objetivo de finalizar la Legislatura. Pese a las diferencias lógicas de los partidos que componen el Gobierno, este está operando con un rodaje satisfactorio, un entendimiento suficiente y una eficiencia evidente en las tareas que demanda el desarrollo de su función.
  • Este acuerdo entre diferentes y también, de otra manera, el anterior cuatripartito son experiencias históricas que se abren camino pese a las dificultades internas y externas, y tienen una gran trascendencia. La sociedad navarra ha posibilitado con su voto la confluencia del nacionalismo y las izquierdas, y los diferentes partidos hemos sabido gestionar este momento con inteligencia, generosidad y demostrando que la pluralidad y la diversidad no tienen por qué ser un impedimento para lograr acuerdos de Gobierno consistentes y con futuro, sino todo lo contrario.
  • También en Navarra, la gestión de la crisis del Covid-19 ha puesto a prueba las fortalezas y debilidades de los instrumentos que dispone el Gobierno de la Comunidad. Cierto que buena parte de las decisiones venían pautadas desde el Gobierno central, pero los recursos financieros y administrativos que nos posibilita el Régimen Foral han permitido afrontar la situación con mayor solvencia que en otras latitudes, si bien las importantes insuficiencias del Sistema Sanitario, especialmente el de Salud Pública, las carencias del sistema de atención residencial y sociosanitario, la fragilidad de nuestro sistema productivo y las dificultades para garantizar la enseñanza pública a todo el alumnado, han quedado de relieve a lo largo de la crisis. El reto de gestionar esta difícil situación ha cohesionado la coalición de Gobierno en esta primera fase, a la espera de constatar la difícil andadura que habrá que ir vertebrando en los próximos meses y la capacidad que tenga para seguir transitando.
  • En los planes de reconstrucción que se viene definiendo, se apuntan mejoras en lo que afecta al reforzamiento de la Sanidad Pública, acelerar el cambio del modelo residencial y de atención a la dependencia y discapacidad ya iniciado, aumento de la cobertura social,…pero no se avanza en la necesaria reforma fiscal, el camino hacia un Banco Público ni en el cuestionamiento de las faraónicas obras de TAV. Al igual que en el Estado, también en Navarra será necesario apoyar las iniciativas positivas del Gobierno y agrupar energía de contestación para presionarlo en los múltiples frentes que quedarán desasistidos ante la gravedad de la crisis (vivienda, Sanidad, educación, paro, pobreza, precariedad,…)
  • Tenemos enfrente a los grandes aparatos mediáticos, y algunos poderes económicos derrochan todas sus energías para hacer fracasar a este Gobierno. En esta ofensiva el papel de Navarra Suma está siendo fundamental porque es consciente de que, si este Gobierno logra afianzarse, sus posibilidades de volver a alcanzar el poder son muy limitadas. El experimento de agrupar a todas las derechas en una misma sigla electoral ha mostrado sus considerables posibilidades pero también sus límites en especial para UPN y el papel que ejercen en la oposición viene siendo de choque frontal y bronco, sin visos de que esta estrategia mejore sus posibilidades de futuro.
  • En este contexto, Izquierda-Ezkerra ha actuado de manera conjunta en la mayoría de ocasiones pero también ha expresado sus diferencias entre los miembros que formamos la coalición. Desde Batzarre hemos sido partidarios de participar en el Gobierno de Navarra, de votar a favor de los presupuestos y de apoyar las conclusiones de la comisión “Reactivar Navarra -NafarroaSuspertu”, posiciones todas ellas no compartidas con IUN. Son diferencias que en su momento se hicieron públicas y que no han supuesto problemas a la hora de trabajar conjuntamente en el seno de la coalición. Hay que entender que tales discrepancias son normales en tanto que escapan al acuerdo programático con el que nos presentamos a las elecciones en Mayo de 2019. Somos dos partidos con identidades y planteamientos propios y no hay que descartar que circunstancias similares se sigan dando a la largo de la Legislatura sin que ello altere el funcionamiento ordinario de Izquierda-Ezkerra tanto en el Parlamento de Navarra como en los Ayuntamientos a lo largo de la Legislatura.

Estamos situados en el epicentro de una crisis cargada de incertidumbre de la que desconocemos su duración, el impacto a medio plazo y las salidas previsibles. Nada está resuelto de antemano. En el pulso que se viene librando para avanzar en una u otra dirección es donde se ubica el gran reto de las izquierdas en el presente y en los años venideros. Unos Gobiernos progresista y de izquierdas como los actuales (tanto en el Gobierno central como en Navarra), están sometidos a fuertes presiones en todas las direcciones. Por un lado desde los grandes poderes económicos que velan por sus intereses en todo momento y por otro las corrientes políticas progresistas y de izquierdas, los sindicatos de clase y las redes de colaboración entre movimientos sociales que pugnan por sociedades más inclusivas, democráticas, igualitarias feministas, solidarias y ecológicamente sostenibles. Desde fuerzas político sociales como Batzarre, tenemos un doble reto. A la vez que apoyamos los avances de estos Gobiernos de izquierdas, donde un elemento clave va a ser la cohesión y el respeto a la pluralidad de las fuerzas que los sustentan, tenemos que ser partícipes e impulsar toda iniciativa de avance social que surja desde la sociedad civil.