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El Cambio en Iruña no puede dar la espalda a las personas más vulnerables. Oor Edurne Eguino, Concejala de Izquierda Ezkerra en el Ayuntamiento de Pamplona

Seguro que muchas de las personas que están leyendo esta tribuna han acudido en algún momento de su vida a la trabajadora social (y lo digo en femenino porque la mayoría son mujeres), y seguro que la han encontrado en alguna de las 12 unidades repartidas en los barrios de Pamplona. Los  asuntos que nos llevan hasta allí van desde “mis padres son personas muy mayores y necesito apoyo profesional en su casa”, “me gustaría que mi hija hiciera actividades en el barrio” “necesito formación para conseguir un nuevo empleo”, o “no puedo hacer frente al alquiler del piso, o al arreglo de la lavadora porque me he quedado sin trabajo”. Como verán, una casuistica de lo más variada pero que no nos resulta ajena.

 

Las Unidades de Barrio, dependientes del Ayuntamiento, son la referencia más cercana y próxima de vecinos y vecinas para el acceso al sistema público de servicios sociales. Por eso, precisamente, el Ayuntamiento del Cambio, desde el minuto uno, se comprometió a mejorar la atención que se presta en ellas.

 

En septiembre de 2015 el Área de Acción Social del Ayuntamiento se pone en marcha y asume el encargo de evaluar la implantación de los Programas de Atención Primaria en las Unidades de Barrio que UPN decidió por ordeno y mando en 2010.

 

Para esa tarea contó desde el inicio con el asesoramiento del Departamento de Trabajo Social de la UPNA. Personas expertas en la materia de la Universidad han trabajado durante algo más de dos años, codo a codo, con el personal técnico del Área. Muchas horas de trabajo y dedicación dieron como resultado un diagnóstico participativo que identificó las carencias del modelo vigente y definió otro nuevo, una vez oídas y recogidas las aportaciones del personal de todas las Unidades, las personas que mejor conocen el día a día.

 

Finalmente, en marzo de 2017 presentamos en rueda de prensa el nuevo modelo que se implantaría de manera experimental en los barrios de Txantrea y Milagrosa durante 6 meses.

 

La experiencia se desarrolló entre mayo y octubre de 2017 y demostró que el nuevo modelo ha permitido atender a más personas y familias, con los mismos recursos y hacerlo de forma más ágil, disminuyendo los tiempos de espera. Por poner algunos ejemplos: el programa de acogida ha sido capaz de atender un 30% más en Txantrea y un 40% más en Milagrosa; el programa de infancia ha aumentado un 40% en Txantrea y un 28% en Milagrosa y el de autonomía de las personas mayores ha aumentado en torno a un 20% en ambas Unidades de Barrio.

 

Las listas de espera han disminuido de forma muy notable en ambos centros, especialmente en Milagrosa, como lo reconocen las personas entrevistadas en el proceso de evaluación. Por otra parte, el 76% del personal considera que el nuevo modelo ha servido para hacer equipo, aunque evidentemente hay aspectos que afinar, como definir mejor las funciones de cada programa, los procedimientos de derivación y las formas de intervención.

 

Todos estos datos y conclusiones los conoce bien el actual equipo de gobierno puesto que se presentaron en la Comisión de Asuntos Ciudadanos y en rueda de prensa en marzo de 2018, junto con una propuesta para extender el nuevo modelo a todas las Unidades de Barrio, a la vista de los buenos resultados obtenidos en Txantrea y Milagrosa.  En paralelo, eran necesarios otros cambios organizativos en la estructura central del Área de Acción Social y, dada la enorme temporalidad existente en los puestos, urgía realizar un Concurso de Traslados para dar mayor estabilidad a los equipos y preparar la próxima convocatoria de plazas fijas. Este concurso ya fue convocado, de forma oficial, el 25 de mayo de 2018, y tenía prevista su ejecución en septiembre.

 

Hasta aquí todo según lo previsto y acordado, sin discrepancias. Pero de repente la situación da un giro inesperado.

 

En julio de este año, tras mi expulsión del equipo de gobierno, Esther Cremaes, concejala de Geroa Bai pasa a ser responsable del Área de Acción Social, por la vía del decreto de alcaldía. Y con ella empiezan los despropósitos, y digo despropósitos porque en ninguna de las otras áreas cuyos concejales responsables han cambiado ha pasado la barbaridad que está sucediendo en esta. La pregunta es obvia: ¿por qué precisamente en el área de acción social?

 

Pongamos como ejemplo a su compañera, la Sra. Gómez. Imaginemos que al asumir el área de Seguridad Ciudadana, nombre otra dirección y ésta anule el Plan Director y los procesos de concursos en marcha, con la endeble excusa de que “había muchos recursos”.

 

La Sra. Cremaes sabía, de antemano, que su candidata a la Dirección del Área, nombrada a finales de julio, estaba personalmente en contra de un concurso de traslados que podía afectar a la plaza que ocupaba en ese momento. De hecho, lo había recurrido solicitando su anulación. Sabe, además, que la suspensión del concurso de traslado hace inviable la implantación de este nuevo modelo.

 

La lealtad al cambio de la Sra. Cremaes y al trabajo desarrollado por el área hasta entonces debería haber prevalecido y hacerle considerar otras opciones para la dirección del área.

 

Esther Cremaes,  su grupo, Geroa Bai, y EhBildu, con el Alcalde a la cabeza, han permitido que la nueva Directora, con un informe de folio y medio, plagado de valoraciones personales, sin ningún dato objetivo ni estudio técnico que lo avale, suspenda todo el proceso sine die, poniendo también en riesgo, en esta legislatura la convocatoria de plazas de trabajadores sociales tan necesaria para dar estabilidad a una de las áreas más importantes para el gobierno del cambio.

 

Se equivocan Geroa bai y EhBildu porque queriendo darle una patada a Izquierda-Ezkerra a quién se la dan realmente es a la población más vulnerable de esta ciudad, que son las personas usuarias de los servicios sociales. También a los y las profesionales que durante 3 años han trabajado y se han estrujado, junto con el apoyo técnico de la UPNA, para mejorar su organización, para llegar a más gente en menos tiempo, para trabajar en equipo y con la red social de sus barrios.

A ellos y ellas les han dejado en la estacada. No sé si son conscientes de la gravedad de dar la espalda al cuerpo técnico mayoritario del área.

 

Porque prometer no es lo mismo que hacer y la  Sra. Cremaes  sabe que en los escasos 5 meses que quedan de legislatura no va a ser capaz de hacer nada por el nuevo modelo, si no se decide a convocar el concurso de traslados.

 

Lamento constatar que en este caso se cumple, una vez más, esa máxima de la burocracia española en la que muchos cambios necesarios no son posibles porque siempre hay personal funcionario dispuesto a boicotearlos, normalmente sin razones técnicas, simplemente porque no quieren salir de su zona de confort, de su interés personal.

 

Geroa Bai y EhBildu, desde ese poder que suponen libre de ataduras se han equivocado esta vez. Este es un nuevo ejemplo de que algunas de sus decisiones no son justas ni honradas, y lo saben. Es también un ejemplo de lo difícil y costoso que es construir, y lo fácil que es paralizar, retardar, anular y suspender una propuesta en beneficio de la comunidad, que ha implicado e interesado a tanta gente.

 

Ojalá sean capaces de rectificar. El interés general de la población y el bien común por el que prometieron trabajar se lo agradecerá. Sólo así volveremos a creer que para este Ayuntamiento del Cambio las personas son, de verdad, lo primero.