Izquierda Ezkerra muestra su apoyo al trabajo de los SAPC y apuesta por aumentar las actividades de verano con menores.
Desde Izquierda Ezkerra queremos manifestar nuestro incondicional apoyo a los 8 equipos del Servicio de Acción Preventiva Comunitaria (SAPC) que trabajan con nuestros menores y jóvenes en los barrios de Sanduzelai, Rotxapea, Etxabakoitz, Txantrea, Mendillorri, Arrosadia-Azpilagaña, Buztintxuri y Casco Antiguo de Iruña.
Tras la noticia aparecida en prensa de la intención del Ayuntamiento de Pamplona de modificar los contratos de las trabajadoras y trabajadores de los SAPC para que se hagan cargo de las actividades previstas para este verano en cuatro centros escolares, quedando suspendidas las programadas en cada uno de los barrios donde trabajan estos equipos, Izquierda Ezkerra quiere mostrar su disconformidad con esta medida.
Son tiempos en los que hay que hacer especial hincapié en poner en marcha mecanismos para la conciliación y esta medida no hace más que reducir la oferta que pueden tener las familias para que sus hijos e hijas están atendidas en un entorno educativo, sin obviar la labor que realizan estos equipos a nivel preventivo en situaciones en que los y las menores o sus familias pueden estar en dificultad. Igualmente supondría el desplazamiento a otras zonas de la ciudad (las actividades se plantean en sólo cuatros centros ubicados en Donibane, Txantrea, segundo ensanche y Mendillorri) con las problemas que esto puede suponer, a la par que se deja a muchos barrios sin actividades gestionadas por entidades públicas y por profesionales que llevan trabajando con estos menores y sus familias todo el año.
Siempre y cuando se puedan asegurar las medidas de higiene que la situación del COVID-19 exige, desde Izquierda Ezkerra creemos que los equipos deberían poder seguir haciendo su trabajo en los barrios y poder dar continuidad a sus programas socioeducativos. Y que es tarea de este ayuntamiento ampliar la oferta para las familias aumentando el número de actividades y de barrios donde hacerlas a través de, por ejemplo, contratos con entidades infantojuveniles en aquellos barrios donde no existen SAPC, pero nunca reducir la oferta concentrando a los niños y las niñas en un único espacio y obligando a sus familias a desplazarse para acceder a un recurso que ya existe en el barrio donde viven.
La atención a la infancia en tiempos de COVID-19 debe ser prioritaria aumentando los recursos existentes, garantizando las medidas de seguridad, apoyando a los equipos de profesionales y a sus proyectos socioeducativos, que se han mostrado tan efectivos para las familias, los menores y la dinamización y mejora de la calidad de vida de los barrios y sus gentes.