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¿Son necesarias las bicis eléctricas para movernos por Tudela? Por Màrius Gutiérrez Espinosa, concejal Izquierda-Ezkerra Ayto. de Tudela

El equipo de gobierno de NA+ anunció a finales de año la dotación de una partida presupuestaria de 35.000€ para bicicletas eléctricas de alquiler. Sin embargo, en Izquierda-Ezkerra creemos que no es el momento adecuado para ello, ya que antes deberíamos disponer de una estrategia municipal para un cambio en el modelo urbano de movilidad, y después preparar las calles, los espacios públicos y las infraestructuras, además de sensibilizar a la ciudadanía de los cambios.

 

El uso de la bicicleta contribuye a la mejora de la salud, a la sostenibilidad y a la descongestión del tráfico, pero desde nuestro punto de vista no debe comenzarse “la casa por el tejado” y primero deben adecuarse el espacio público y las infraestructuras, y para ello creemos que es de vital importancia disponer previamente de un PMUS (Plan de Movilidad Urbana Sostenible) que determine las prioridades.

 

También debemos pensar que no es sólo el coste inicial de adquisición de las bicicletas, sino que hay que añadir los posibles problemas como robos, vandalismo o el propio mantenimiento de la flota de bicicletas. Según el estudio realizado por el Barómetro de la Bicicleta en España, el coste por bicicleta y año puede oscilar entre los 1.081,19 euros para las bicicletas convencionales y los  3.172,68 euros en los sistemas eléctricos. Por esto creemos que este no es el momento de implantar un servicio de bicicletas eléctricas para alquiler, y no porque no queramos fomentar la movilidad sostenible, todo lo contrario, consideramos que los ayuntamientos tienen la oportunidad única de promover el uso de la bicicleta como medio de transporte limpio y sostenible.

 

¿Existe una demanda real de este servicio en Tudela?

 

Si bien es cierto que casi todas las capitales de provincia disponen de sistemas de alquiler de bicicletas y que los datos sobre la frecuencia de uso de las personas que las utilizan siguen en aumento, consideramos que no existe una demanda real de dicho servicio en Tudela y que, de nuevo, se trata de una estrategia de marketing del equipo de gobierno actual que no se basa en ningún criterio técnico ni objetivo.

 

Es obvio que la bicicleta está llamada a adquirir un mayor protagonismo y en especial la bicicleta eléctrica, que se perfila como la reina de los desplazamientos urbanos. Sin embargo, en el caso de Tudela, las distancias son cortas y muchos trayectos se pueden cubrir andando o con bicicletas convencionales, sin necesidad de bicicletas eléctricas. Además, buena parte del tráfico rodado de la ciudad se corresponde con  gente que vive en la Ribera y que trabajan o realizan gestiones en Tudela, es decir usuarios que difícilmente van a utilizar dicho servicio.

 

Consideramos también que se deben analizar primero las razones por las que la ciudadanía residente en Tudela sigue priorizando el uso del coche para sus desplazamientos cortos: tal vez por la falta de transporte público de calidad, por la deficiente conexión de los carriles bici, por la inseguridad del usuario de la bicicleta frente a los vehículos, o simplemente por la necesidad de un cambio cultural que debe ir de la mano de una verdadera  apuesta municipal por un cambio sustancial del paisaje urbano, un cambio que permita que la movilidad sostenible gane terreno a otros medios de transporte como el coche. 

 

¿Y si apostamos por un cambio de modelo de ciudad aunado con un cambio de mentalidad de la ciudadanía?

 

Cada vez somos más los que optamos por medios de movilidad sostenible, como ir a pie, la bici o el patín, por lo que es necesario que la administración apueste por un proyecto bien trabajado y, por supuesto, actúe con valentía y con voluntad política  para llevarlo a cabo sin ceder ante las presiones, porque está demostrado que los resultados que se obtienen son positivos para la ciudad y para aquellos sectores que inicialmente muestran su disconformidad.

 

En consecuencia la administración debe trabajar en una estrategia que posibilite la implementación de un nuevo modelo de movilidad sostenible, en el que se prioricen los carriles bici y los entornos escolares seguros, para que los niños y las niñas puedan caminar y circular sin cruzarse con los vehículos… con lo que moverse en bici ya no sería sólo lo más saludable y sostenible, sino que se convertiría también en lo más rápido y lo más cómodo.

 

Por todo ello, consideramos que la bicicleta es una importante solución de movilidad,  que permite y ejemplifica un modelo de ciudad más humano, y para para ello es necesario primero adecuar el espacio público, además de concienciar y sensibilizar a la ciudadanía, antes de proveer soluciones carentes de base técnica. Y para terminar, lanzamos otra pregunta estrechamente relacionada con este tema y que hace referencia con la proliferación presente y futura de vehículos de movilidad personal (VMP) en todas las ciudades ¿está la ciudad de Tudela preparada para su circulación?