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Valoración positiva del comunicado de ETA, pero lamentamos que no reconozca que la violencia es injusta para todas las víctimas

Esta es la postura expresada por la coalición Izquierda Ezkerra, de la que formamos parte Batzarre e Izquierda Unida, ante el anuncio de la disolución el comunicado emitido, que supone un paso importante en el cierre definitivo de la historia trágica de ETA.

Valoración positiva del comunicado de ETA en la medida en que anuncia su inminente y definitiva disolución y en que reconoce el daño causado con su acción violenta.

 

La deslegitimación social de la violencia es evidente en nuestra sociedad, desde hace mucho tiempo, al menos desde el asesinato de Miguel Ángel Blanco, la sociedad tiene una mentalidad de paz. ETA se ha visto obligada por esas circunstancias a dejar la lucha armada. En todo caso si disolución y la petición de perdón llegar tarde, 50 años tarde.

 

Estos pasos positivos parten de la decisión tomada por ETA en 2011 de renunciar  a la violencia, a la lucha armada de forma definitiva y que fue la que abrió un nuevo tiempo sin violencia. No obstante,  consideramos que su disolución llega muy tarde, 35 años tarde.

 

Porque de la misma manera que  en 2011, según la propia ETA al anunciar su decisión, los objetivos políticos se podían pelear y luchar mediante procedimientos democráticos y no violentos, esto mismo era realidad en el año 2000, 1990 y 1980, …  De la misma manera que otras organizaciones hemos luchado en el conflicto social sin violencia, no fue así en el caso de la lucha armada de ETA en el conflicto nacional.

 

Matar al que piensa diferente no ha tenido nunca ninguna justificación, la violencia fue evitable, y eso dependió únicamente de la decisión de quienes apretaban el gatillo y de quienes facilitaron ese andamiaje emocional que justificó el asesinato, de nadie más. Ni el contexto, ni el franquismo, ni una supuesta opresión milenaria, ni la violencia policial, por muy repugnante que esta sea, justifican que ETA no hubiera parado antes. Se pudo parar y no se quiso, porque se entendió que aquello era eficaz políticamente.

 

Lamentamos que en su comunicado, una vez más, ETA no acepte ni reconozca que en democracia la violencia ha sido injusta e ilegítima, algo que es fundamental para construir un relato social democrático y  justo con sus víctimas.

 

Lamentamos que ETA haga distinciones entre sus víctimas. Para nosotros/as ninguna de las víctimas merecía la violencia ejercida sobre ellas, todos y cada uno de los ataques a sus víctimas fueron ilegítimos e injustos.

 

Queda pendiente el esclarecimiento de los crímenes sin resolver de ETA. Si queremos justicia y reparación la verdad es indispensable.

 

En todo caso, estamos ante una buena noticia, el final y disolución definitiva de ETA, que debe dar lugar, desde el reconocimiento, la reparación y la justicia para las víctimas, a un nuevo tiempo de paz y de reconciliación.