Lesbiana naiz. Por Sagrario Berrozpe Asiain e Iñaki Etxeberría Ruesta, miembros de Batzarre
“Escribo esta carta a quienes les importe la felicidad de las personas.
Me llamo Irene y soy lesbiana, aunque no todos mis familiares, compañeros de clase y profesorado lo comprenden.
Cuando con 14 años se lo dije a mis aitas, pensaron que era demasiado joven para saberlo, ¿cómo es que no pensaron lo mismo de mis hermanos heterosexuales? ¿Por qué se identifica siempre sexualidad con heterosexualidad?
En las pocas clases que tenemos de sexualidad en el instituto sólo nos enseñan a cómo prevenir embarazos y enfermedades, siempre pensando en parejas de mujer/hombre, ¿de qué me sirve a mí aprender a poner un condón? ¿Por qué no se explica que hay muchas formas de vivir y sentir la sexualidad y que lo importante es el respeto y relaciones de buenos tratos? ¿Qué esperan que haga con mis deseos?
A veces creo que mis aitas temen contárselo a familiares y vecinas, los mismos familiares y vecinos que me preguntan: “¿tienes novio ya?, ¿te gusta algún chico, Irene?”
Pero yo… no me puedo quejar, soy feliz a pesar de las dificultades. ¡Qué bien cuando me valoran por mis cualidades, no por mi orientación sexual!”
Este 28 de junio, Día del Orgullo LGTBIQ+ desde Batzarre queremos llamar la atención sobre la población adolescente, sobre sus particularidades, de ahí que hayamos arrancado con la carta de Irene
Resulta imprescindible la implicación de la sociedad en su conjunto, especialmente de las instituciones educativas y de las familias para avanzar en el necesario reconocimiento de la diversidad sexual existente y reducir las tasas de violencia hacia las personas que viven la orientación e identidad sexual de una forma diferente a la norma. Cabe recordar que, por ejemplo, la homosexualidad es un factor de riesgo importante para sufrir acoso escolar (R. Platero, 2008).
Nuestra sociedad ha avanzado mucho en el reconocimiento de derechos como demuestra la aprobación de leyes tan importantes como la de Identidad de Género (para personas transexuales) y la de derecho al matrimonio de gays y lesbianas.
En el ámbito asociativo y en relación a la población más joven, importantísimo el trabajo realizado en Kattalingune, ayudando a despejar dudas acerca de la orientación del deseo o de la identidad sexual, acompañando en el proceso de aceptación, integración y revelación, y sus grupos de apoyo mutuo, entre muchas de sus labores. La gran labor de Chrysallis, visibilizando a los niños y las niñas trans, creando redes de apoyo, asesoramiento y acompañamiento. La asamblea Lugatibe (asamblea joven transmarikabollo y queer de Iruña) atendiendo a la población más joven, dinamizando y programando actividades.
Toda la labor de estas asociaciones ayuda a que la sociedad siga avanzando en la normalización de todas las identidades y relaciones, más allá de las heterosexuales y que cada persona, de forma individual, las acepte con naturalidad.
Y este año, por primera vez, el ejecutivo foral ha lanzado su primera campaña de sensibilización realizada para conmemorar el 28J, poniendo en valor la igualdad desde el derecho a la diversidad y a la diferencia: “Somos igual de Diferentes / Berdintasunean, denok desberdin”
Y aun sabiendo que es mucho lo que queda por hacer, y a pesar de los ataques homófobos que siguen dándose, no podemos si no felicitar la inmediata respuesta de repulsa que tienen y animar a seguir trabajando en esta línea.
Porque si entiendes como si no, si estás dentro o fuera del armario, sean cuales sean tus preferencias sexuales… este asunto nos interesa.