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Este 8 de marzo, pequeñas grandes historias de vida. Por Patricia Abad, Iñigo Rudi, Olga Risueño. Portavocía de Batzarre.

Llega el 8 de marzo, día internacional de las mujeres. Un año más viene cargado de acciones colectivas con el objetivo central de visibilizar la lucha constante, necesaria y justa  por la igualdad efectiva de derechos entre mujeres y hombres.

 

Hay algo diferente este año, y es la convocatoria realizada por el movimiento feminista a nivel internacional de una huelga de mujeres en cuatro ámbitos: laboral, estudiantil, de cuidados y de consumo.

 

En Batzarre apoyamos y nos sumamos a esta huelga, tan distinta, tan especial, tan diferente. Diferente por muchas razones, pero sobre todo porque propone formas de participación diversas, novedosas y accesibles para todas.

 

Buscando en la larga trayectoria de reivindicaciones colectivas de las mujeres a lo largo de la historia,  encontramos un antecedente similar en el paro de mujeres convocado en Islandia el 24 de octubre de 1975. Durante aquella huelga, el 90% de las mujeres islandesas (tanto mujeres con trabajos remunerados como “amas de casa” que se dedicaban a tareas de cuidados sin remuneración) consiguieron paralizar el país. Hoy, es considerado el mejor país del mundo para ser mujer. No esperamos menos de esta convocatoria de 2018.

 

Numerosas mujeres en diferentes ámbitos adelantan su participación: de forma colectiva anunciando paros completos o parciales en lo laboral; paros en las tareas del hogar o en el cuidado de criaturas o personas mayores; de forma simbólica colgando delantales en las ventanas o pancartas caseras en los balcones; paros estudiantiles en escuelas, institutos o universidades; paros en el consumo para visibilizar que el modelo que se nos impone es incompatible con una calidad de vida que pueda ser mantenida sin agotar los recursos naturales limitados….

Además, los hombres aliados que quieran apoyar esta huelga pueden colaborar facilitando que las mujeres nos sumemos a estas acciones y participando en las diferentes formas de movilización ciudadana. Todo suma.

 

Con energías renovadas por este panorama general, de forma paralela este año desde Batzarre queremos además visibilizar las pequeñas historias personales que nos rodean; las grandes historias que forman parte de nuestras vidas y de nuestra historia tanto personal como colectiva.

Historias de mujeres que resultan ser referentes, casi sin ellas saberlo… incluso sin nosotras saberlo hasta que nos paramos a pensar.

 

Lo personal es político, decimos. La suma de las historias personales de muchas mujeres que estuvieron antes que nosotras conforman una historia que debe ser contada. Muchas veces esas mujeres no nos hablan de luchas colectivas, de reivindicaciones en la calle o de desobediencia activa. Pero también aprendemos de sus vidas, de sus triunfos y sus pérdidas.
Creemos que esto forma parte de la base desde la que debemos avanzar hacia políticas feministas para garantizar la igualdad real.

Lo político es personal y las decisiones que tomaremos y los derechos que exigiremos influirán en las vidas de cada una de nosotras, ahora y en el futuro.

 

Debemos seguir luchando, por ejemplo, contra la sorprendente ceguera selectiva sobre cuestiones tan claves como el trabajo reproductivo o de cuidados que realizamos hoy, cada día, todos los días, en todo el mundo, millones de mujeres y niñas.

Trabajo que no hemos pedido, no se visibiliza, condiciona nuestras vidas, no se valora socialmente ni es remunerado y que, seguramente, esté sumado a otros trabajos. Trabajo invisible que sostiene y garantiza la vida humana, ¡casi nada!

 

Creemos que desde las políticas de la izquierda social y feminista debemos atender éste y otros asuntos de forma prioritaria, si lo que realmente pretendemos es alcanzar la igualdad real…

Impulsar políticas imaginativas y valientes que, por ejemplo, garanticen los cuidados y los trasladen desde el ámbito personal hacia la esfera de los derechos sociales y colectivos, articulando las medidas necesarias para su impulso, desarrollo y garantía universal.

 

Políticas públicas efectivas y justas que permitan, en definitiva, que las mujeres vivamos vidas más libres.

 

Batzarrek greba feminista babesten du/Batzarre apoya la huelga feminista.