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La ocupación del espacio público en los tiempos de la pandemia.

Por Olga Risueño, concejala de IE en el Ayuntamiento de Tudela y portavoz de Batzarre

 

Que el sector de la hostelería ha sido uno de los más afectados económicamente por la crisis sanitaria y económica provocada por la COVID-19 es un hecho evidente, si bien es cierto que no es el único sector afectado y que muchos otros no han tenido el apoyo público ni institucional que ha tenido el sector hostelero (por poner sólo dos ejemplos, el sector de las empresas turísticas y el sector cultural han sido duramente golpeados también por la crisis).

 

Hemos asistido a la flexibilización por parte del ayuntamiento de la ocupación del espacio público a favor de terrazas y veladores, que son privados, sin hacer ninguna crítica. Somos conscientes del duro momento que ha atravesado y está todavía atravesando el sector y de que en algunos casos, poder tener una terraza ha salvado el negocio.

 

Sin embargo, creemos que se está perdiendo el respeto al espacio público, cuyo fin es, no lo olvidemos, el uso y disfrute de la ciudadanía en general, que cada vez tiene más limitado su paso. Y esto es grave, porque el espacio público debe servir para que la ciudadanía tome la calle, la pasee y la disfrute, socialice en ella sin necesidad de que ese uso esté ligado a un consumo privado.

 

Además, nos han transmitido ya en varias ocasiones que hay agravio comparativo entre unos negocios y otros, ya que a algunos se les han puesto problemas para algo que aparentemente es más sencillo que lo que otros han hecho con posterioridad. También hay malestar porque algunos consideran que se está siendo muy permisivo con determinados negocios que se saltan la normativa sanitaria cuando la mayor parte cumplen a rajatabla las normas, estén o no de acuerdo con ellas.

 

Por eso creemos importante que se garantice el cumplimiento de las normas por parte de todos los establecimientos. Y también nos parece importante que, una vez pasada la crisis sanitaria y cuando ya no existan restricciones de aforo, se reviertan las ocupaciones de la vía pública que existen en la actualidad a la situación prepandemia. No consideramos oportuno que las ocupaciones que han sido aprobadas por motivos extraordinarios se conviertan en algo permanente.

 

Porque el espacio público es eso, público, de todos y todas y para todos y todas, y su uso no debe ser prioritariamente privado.

 

Artículo de opinión publicado en e-Ribera, La Voz