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Ocupación de Rozalejo, desalojo, presencia policial, diálogo y recuperación de la «normalidad»

En relación a los hechos que se han venido sucediendo en el Casco Viejo de Iruña desde que el pasado 8 de enero entrara la Policía Foral en el Palacio de Rozalejo y que supuso su desalojo y su posterior ocupación Izquierda Ezkerra manifiesta lo siguiente:

 

  1. La necesidad de que vuelva la tranquilidad al barrio. Que vecinos y vecinas puedan retomar su vida cotidiana sin miedo a salir a la calle, que cesen ya los enfrentamientos que se han venido sucediendo en los últimos días entre jóvenes y policía, que la policía salga ya del barrio y que los vecinos y vecinas puedan transitar libremente por sus calles sin tener que ser identificados para poder entrar es sus casas. Que el comercio y a hostelería retomen su actividad y todo vuelva a la normalidad.

 

 

  1. No entendemos, ni compartimos, la ocupación que se produjo por tercera vez este sábado pasado, de un edificio que no cumple las condiciones mínimas de seguridad, para poder permanecer en su interior. Exigimos a los jóvenes ocupas que no se vuelva a intentar ocupar este espacio.

 

  1. La intervención de la policía foral en la madrugada del martes 8 de enero fue a instancias del juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona, con el fin de que técnicos del Servicio de Patrimonio del Gobierno de Navarra pudieran inspeccionar el estado del edificio, a partir de una denuncia por supuestas obras, sin autorización. Si esa denuncia se produjo el Gobierno de Navarra, tenía la obligación de realizar la inspección del edificio y no podía permanecer impasible ante la denuncia y si el estado del edificio no permite su estancia en el por seguridad se debe de impedir el acceso al mismo.

 

  1. Denunciamos, así mismo, las actuaciones contra el mobiliario urbano y villavesas, ataques las sedes de partidos, carteles y pintadas amenazantes, así como el excesivo celo del cordón policial en la Navarrería, que ha impedido el normal desarrollo de las actividades diarias del vecindario, del comercio y de la hostelería. Nuestra solidaridad y apoyo con todas las personas que se han visto afectadas de una forma u otra.

 

  1. Estamos a favor de ofertar locales a la juventud y a favor de su autogestión, pero los proyectos a desarrollar en los mismos deben ser públicos, inclusivos y evaluables. Si los locales son de titularidad pública, su cesión debe hacerse con la firma de un acuerdo por ambas partes, con garantías para el buen uso de los bienes públicos. En este sentido nos consta que ha habido intentos de mediación y las personas que venían ocupando Rozalejo dieron por rotos esos puentes al no compartir los planteamientos que se les formularon. Esa ruptura de puentes nos parece un gran error..

 

  1. Apostamos por el diálogo como fórmula de solución de conflictos, y la necesidad de tener voluntad de llegar a acuerdos por ambas partes, también en este caso. Hacemos un llamamiento a los jóvenes ocupas para que retomen la vía del diálogo como solución a este conflicto.

 

Ante la escalada de un conflicto que se está prolongando y no tiene visos de ser resuelto a corto plazo, desde Izquierda Ezkerra solicitamos una solución dialogada, pacífica de todas las partes implicadas, de forma que se restablezca lo antes posible la normalidad en la zona para que tanto el vecindario como los comercios y otros establecimientos puedan retomar su actividad con normalidad y no sufran las consecuencias de esta situación.