Ecología

ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Un programa por la vida de personas, animales y plantas. Por la biosfera y sus ecosistemas, por su biodiversidad.
¿Qué nos proponemos? ¿Qué proponemos a los Gobiernos?

  • El Cambio Climático (CC), unido a la Pandemia (P), influenciada probablemente por aquél, es uno de los mayores problemas que los Gobiernos y la sociedad tenemos la obligación de resolver. Los Gobiernos deben actuar protegiendo la vida y la salud de las personas, asegurando la cobertura de sus necesidades básicas y las de su descendencia. No vale dividir ahora la atención entre el CC y la P, ni despistar a la ciudadanía con supuestas prioridades en la dedicación de esfuerzos y recursos. El CC supone el calentamiento de nuestra biosfera por el uso abusivo de combustibles fósiles, el envenenamiento del agua, del aire, del mar y de la tierra fértil, la desertización de enormes territorios, los incendios provocados de millones de hectáreas de bosques, la desaparición de especies de flora y fauna, las explotaciones intensivas agrarias y ganaderas, el casi agotamiento de recursos vitales y a la vez su despilfarro. Y todo ello lo ha guiado el ansia de poder y de riqueza de las “élites” humanas y sus Gobiernos y un consumo desaforado de recursos no renovables. Hay quien estima que el CC ha provocado ya millones de muertes humanas desde mediados del siglo XX y ahora se está estudiando si la Covid-19 tiene que ver con las alteraciones bruscas de los ecosistemas de flora y fauna, en la pérdida de especies, en la enorme disminución de la biodiversidad.
  • Hasta ahora los Gobiernos no han Estado a la altura de los retos que plantea el CC, incluso en muchos casos rechazan los estudios y advertencias de la comunidad científica y del IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático) de Naciones Unidas. Son por así decir “negacionistas” del CC. Si a esto se le añade la Pandemia es muy posible que realicen algunos “gestos”, pero sin cambios de fondo, y que sigan pendientes, en la mayoría de los casos, de la salud de “sus” negocios y economías. Ahora incrementarán además el cierre de fronteras a inmigrantes y exiliados, a trabajadores temporales, etc., sin siquiera hacer un Plan sanitario básico para su entrada y refugio. Denunciaremos, como hasta hoy, el pisoteo de los derechos humanos básicos de todas esas personas que buscan los mínimos vitales. Para conseguir los 750.000 M€ de fondos europeos todos los Gobiernos hablan de “planes de recuperación” impregnados del lema de una economía “Verde, Digital e Inclusiva”(VDI), pero tendremos que ser exigentes para que eso se cumpla. Tras la crisis de 2008 nos aseguraron grandes mejoras de la economía, Sarkozy, Merkel y otros iban incluso a refundar el capitalismo gracias a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Ya lo hemos visto…

Por todo lo anterior hacemos, sintéticamente, propuestas de carácter transversal, social y ambiental:

  • Leyes estatales, autonómicas y locales que protejan de manera eficaz los bienes comunes básicos para la vida: aire, agua, suelo y energía. La privatización de esos bienes ha creado fortunas y negocios millonarios durante siglos pero en momentos como los actuales, de escasez de recursos y crisis climática, debe replantearse y corregirse esa privatización, teniendo además siempre en cuenta sus costes ambientales.
  • Las Instituciones públicas deben asumir el control y en parte la gestión de dichos bienes básicos, asegurando que sirvan a toda la población empezando por la más necesitada, y persiguiendo a la vez su conservación y reproducción para las generaciones futuras. Crear, o recuperar, una Banca Pública sería una buena herramienta de ayuda para ese control y gestión.
  • Deberá tenerse en cuenta que para conseguir esos objetivos prioritarios podrán emplearse cargas fiscales suplementarias y métodos expropiatorios sobre las clases y sectores sociales que han mantenido hasta ahora su dominio privado sobre los bienes comunes básicos para la vida.
  • Extender por todos los medios y para toda la población (escuelas, universidades, medios de comunicación, redes sociales, foros culturales, ateneos, barrios y pueblos, etc.) el conocimiento de lo que es el CC y sus graves consecuencias. Es fundamental la educación ambiental y sanitaria de la ciudadanía, necesaria para afrontarlo. También es importante conocer las medidas que se deben tomar en los sistemas de fabricar-producir, distribuir y consumir, así como de reutilizar o reciclar los desechos. Salir al paso del ‘negacionismo’ climático.
  • Normas y leyes dirigidas especialmente a frenar de forma radical lo peor del Cambio Climático, lo que más afecta a la vida de las personas, animales y plantas:
    • Uso de combustibles fósiles, carbón, petróleo, gas natural y sus derivados, en vez de energías renovables.
    • Explotación abusiva de recursos y materias primas (minerales, agua, tierra fértil, bosques,…).
    • Transporte y distribución de mercancías con camiones de combustible fósil. Movilidad auto privado.
    • Agricultura y Ganadería industriales (intensivas en fertilizantes químicos, fitosanitarios, hormonas, antibióticos, etc.).
    • Economía productivista y consumista, del “usar y tirar”, del despilfarro, del consumo de productos exóticos traídos de sitios lejanos, etc.).
    • Consumo descontrolado de plásticos, sobre todo de bolsas, embalajes, cápsulas de café, cubiertos, vasos, etc., de un solo uso.
  • Cambiar la concepción del PIB como criterio del “crecimiento económico”, disfrazado a menudo de “desarrollo sostenible”. La producción y el consumo de bienes deben reajustarse radicalmente a las condiciones del CC, que exigen “racionalidad”, “ahorro y austeridad”, reducir nuestra “huella ecológica”, pensar en nuestra “descendencia”, no seguir “colonizando” países del (mal) llamado “tercer mundo”.
  • Por ello es necesario poner en marcha la llamada Economía Circular, en la que además de una producción y consumo ajustados a las necesidades básicas de toda la población, no haya ni un solo desperdicio. Es decir, además de “Reducir” los residuos de todos los procesos al mínimo posible, los que queden deben “Reutilizarse” y “Reciclarse” como nuevos productos y recursos que vuelven al ciclo vital, eliminándose su vertido y contaminación, emisión de GEI y, de nuevo, calentamiento global.
  • Los Gobiernos y demás Instituciones públicas deben poner en marcha procesos de estudio e investigación técnica y científica sobre las medidas y cambios a aplicar a los procesos industriales, productivos, culturales, del consumo y los residuos, de eficiencia energética, de diseño que favorezca reutilizar y reciclar, etc., ante la nueva situación planetaria de Cambio Climático.

En todos estos procesos es imprescindible la participación de la ciudadanía, tanto individual como, sobre todo, organizada en colectivos (sin ánimo de lucro) preocupados por los problemas ambientales y ecológicos, contra la despoblación rural, por la salud y la educación de la población en esta lucha por la vida contra la Pandemia y, sobre todo, contra el Cambio Climático.